viernes, 26 de julio de 2013

Reflexiones acerca del festival de la canción del arte iberoamericana

No soy de aquellas que se siente a reflexionar como primer impulso después de cada experiencia, pero hoy me preguntaron por lo más importante que aprendí durante mi curso de repertorio vocal Iberoamericano en Barcelona y me dió gusto hacerlo. Y en este caso es extrañamente lo que no aprendí lo que considero más importante. Como la musicologa y directora del programa Patricia Caicedo nos dijo una y otra vez, esto sólo es una probadita para que sigan explorando por su cuenta. Y asi es, lo más importante que aprendí acerca de nuestra canción del arte Iberoamericana es que no está a nuestra disposición sin tener que batallar un poco e ir más allá del endiosado legado Francés, Alemán e Italiano que ningun conservatorio o bibioteca de música ignora.
Como ya se sabe la historia es escrita por aquellos en el poder y la historia al igual que la conservación de las artes y en este caso la música nos lo confirma. Sólo basta con señalar cualquier país del mundo afuera de la Europa occidental y preguntarse a si mismo si hay siquiera un compositor que venga en mente. Por supuesto que al hablar de música lírica ó la canción del arte ya se esta de por sí limitando la música vocal de manera dramática, usando estándares occidentales y especificamente provenientes de estas tres culturas Europeas ya mencionadas.
Me atrevo a decir que el mismo estándar de la canción del arte al coexistir con músicas folclóricas en Iberoamerica ayudó a que lo que resaltara de la música de estas regiones fuera aquello que era más diferente y más exótico para los oídos "occidentales" con escalas, ritmos y armonías "indígenas" de cada región como si no existieran elementos indígenas en las artes "occidentales". Al pasar esto entonces las expresiones autoctonas de canción del arte fueron ignoradas y olvidadas y algunas veces consideradas como música que no llegaba a la altura de sus contemporáneos franceses, italianos o alemanes siendo que la mayor parte de nuestros compositores recibieron educación de conservatorio Europeo como cualquier Mozart, Schumman, Fauré ó Debussy. Tuve la impresión muchas veces al escuchar algunas canciones durante el curso de estar escuchando un cierto deje de Debussy en las armonías etereas de compositores como Jaime León Ferro, ó de escuchar canzonas de Caccini en compositores argentinos y brasileños del siglo XVIII.
Pero no es lo parecido o "europeo" de esta música que me tocó el alma, sino exactamente la incorporación de lo indígena a la música académica iberoamericana que la hace brillas como un tesoro que empieza a brillar conforme gente como Patricia lo descubre, canta y promueve. Al igual como los franceses utilizaron danzas y se inspiraron en melodías campesinas o cantos de pescadores en ocasiones, los compositores académicos iberoamericanos logran expresar al nuevo mundo y la  península iberica en sus composiciones y arreglos como Federico García Lorca lo logra en su arreglo de la Nana de Sevilla basado en cantos gitanos de Andalucia.

Y no es un error, si me refiero al mismisímo García Lorca, poeta y dramaturgo de la generación del 27 lo que me lleva a otra de las importantes lecciones de este curso. Aparte de Silvestre Revuetas, Enrique Granados o Carlos Guastavino nunca había escuchado ni música académica Iberoamerricana ni mucho menos los nombres de compositores en mi educación de conservatorio "europea" en Estados Unidos por las razones que he tratado de explicar.
Adémas de la obvia falta de atención a este maravilloso repertorio al que fui expuesta únicamente porque yo misma busque recurso, no porque me los hubieran presentado asi no más, fui expuesta a un interesante dilema de la musicología: donde termina el folklor y comienza la música académica. Entre el repertorio que me fue asignado y tuve que aprender para el festival y los cursos tuve algunas piezas como Cortadero Plumerito de Carlos Guastavino o As tuas mãos de Lorenzo Fernandez que me transportaban directamente a la Argentina o a Brasil por su aire a canción popular. Por supuesto que las canciones fueron escritas para una voz impostada con técnica europea, tenían ciertas estructuras, pero sobretodo estaban escritas o transcritas con el sistema de notación europeo lo cual las diferencia de cualquier pieza que forme parte de la transmisión oral de una región.
Estas discusiones tratando de definir lo académico y lo folklórico o autóctono me despertó aún más inquietudes no solo antropológicas sino también de mi propio arte y expresión por medio de la música. Entre las ideas a las cuales fui expuesta estaba la de la falta de oportunidades para la expresión o creatividad en la educación musical académica ya que los músicos populares o folclóricos aprenden música al oído o con parámetros muy vagos tales como rondas de acordes o patrones rítmicos lo cual les permite ejecutar música distinta cada vez que tocan la misma canción. Por supuesto que con mi entrenamiento vocal de soprano se que las cosas no son blanco y negro como esta idea lo presenta ya que inclusive en la música notada nota por nota de manera exacta queda aún un espacio para la expresión personal con recursos tales como la actuación, las pausas, las dinámicas, las improvisaciones con cadenzas, etc... Lo que sí es que inclusive en la expresión iberoamericana de la canción del arte existe todavía el hecho de que para hacer esta música se necesita una cierta preparación y educación que no se consigue de manera oral, ya de por sí volviéndola música de una cierta elite aunque en algunos casos la música sea comprensible y agradable para públicos más amplios.
Ya tengo esa semillita dentro de mi de seguir investigando la música iberoamericana académica y explorar más las expresiones folklóricas de estas regiones, pero mi más grande deseo es que los que me lean o oigan hablar de esta música consideren investigar más acerca de sus compositores académicos locales, me pregunten o consigan formas de volver este repertorio tan valioso parte del canon estudiado en nuestros conservatorios.

Para más información
Barcelona Festival of Song - http://www.barcelonafestivalofsong.com/es

lunes, 8 de julio de 2013

Un viaje de puta madre!

Empece mi viaje por Europa desde antes de salir de mi apartamento en Minneapolis, visualizándome en las calles de Barcelona, en los museos de Madrid, paseando por Sevilla, visitando la Alhambra, asoleandome en Malága y pasando tiempo con familia en Bretaña pero sinceramente sin ninguna expectativa más que parla bien.
No compré ni los boletos para salir del Charles de Gaulle ni tampoco averigüé opciones de trayectos, de alguna manera él simplemente llegar a las estaciones le daban forma a este viaje que de alguna manera me llevo a conocer a muchisímas personas interesantes, un poco extrañas, algunos secotes y otros absolutamente estrambóticos. ¿Qué más se puede esperar de un viaje tan maravilloso?
Desde el día que salí de vacasiones de la Universidad cosas extrañas comenzaron a pasar como conseguir becas para cursos budistas a los que creía no poder ir, como conocer gente increíble en estos cursos, ver amigos viejos y hacer conecciones para luego visitarlos en Europa.
Llegue al aeropuerto Charles de Gaulle a las 7 de la mañana del 2 de junio más cansada que nunca para encontrarme con que el único tren que podía pagar con mi presupuesto salía seis horas más tarde para Bretaña donde me quedaría una semana con mi familia francesa. Un mini-sandwich más caro que cualquier comida en un restaurante gringo me dió la bienvenida y despedida a Paris simultáneamente. Mi presupuesto de estudiante me hizo huir inmediatamente a un banco donde dormí una siesta de unas tres horas para no tener que siquiera oler el aeropuerto, porque quizás me cobrarían por algo.
Finalmente después de un cambio de tren en Rennes donde la gente me miraba raro por tener una mochila más grande que yo misma llegue a la casa donde pase varios meses cuando tenía 17 años con Anne-Marie y Daniel mis papás franceses. Muy agradable llegar a un lugar que se sienta como casa y donde uno pueda hablar de temas interesante, hablar frances después de tanto tiempo, comer bien y respirar aire fresco. Esa noche caí muerta del sueño. Unas 16 horas de sueño fueron las que no me dejaron acoplarme al horario europeo por los siguientes dos días pero el simple hecho de estar allá en un lugar donde puedo salir a la hora que quiera y sentirme segura y tranquila compensaron todo.
Fueron días bien calmados para luego enterarme que los viajes por Paris eran más caros y estando casi a punto de comprar un tren nocturno para Madrid me enteré que tenía una beca para un curso con Lama Ole en Karma Guen y sin más se me vino la idea a la cabeza de tomar un tren público a Burdeos para luego salir a Bayona donde mi amiga Marie Claude me recibiría, llamamos y todo se arreglo en dos minutos. El viaje fue muy interesante, por no decir purificador.
A media hora de Vannes hubo un accidente y se retrazo una hora y media lo cual no me permitiría tomar el tren de conección a Bayona, encima de eso se me sentó al lado una francesa que probablemente era alergica al desodorante ó jabón de cuerpo porque me hizo disfrutar durante las siguientes 4 horas de su increíble aroma a sudor añejo impregnado de cigarrillo. Me dí la vuelta y escribí entonces "Nada como el olor a sudor fermentado y cigarrillo impregnado en los trenes franceses durante el verano. Lástima que no me traje una buena botella de vino para disfrutarlo con otro estado mental ya que esto es legal".  Me enteré de esto cuando vi a unos jovenes al lado mio bastante hebrios con el señor de los tickets pasando a cada rato. ¿Qué más se le puede pedir a la vida? Cuando llegue a Bayona tres horas más tarde sentí que había llegado al paraiso y asi fue porque Marie-Claude me invitó a comer comida basca en St Jean de Luz, pasamos por la casa de Ravel! y paseamos por el campo hasta llegar a Bidarray donde pase la noche.
El día siguiente sería la otra aventura, manejar hasta Irun para coger un tren regional a Madrid que es el equivalente al avión lechero parando en cada pueblo habido y por haber y al llegar a Madrid perdí mi conección a Malága por dos minutos porque el tren se habia retrazado. Le traté de explicar a la señora de la taquilla que hablaba muy buen castellano que el tren se habia retrazado y por eso habia perdido mi conección pero por política española de servicio al cliente me subió la voz creyendo que por ser latinoamericana tenía alguna limitación lingüistica ó mental, le importó un culo y me cobró otra reservación.
Lo que si es que me recordo que tengo dos apellidos. Luego de pedirme mis datos varias veces me pregunto "Bueno y cual es tu segundo apellido?" Y yo como buena gringa que me he vuelto no entendía porque hasta que caí en cuenta. A es que tengo dos y acá en España si los quieren saber. 
Corriendo por la estación de Chamartín y luego Atocha logre encontrar un lugar con wifi y avisar a casa que estaba viva, llamar a mis amigos en Malága para ver como llegaría al curso budista y finalmente cogí el AVE que me llevo el doble de distancia del último tren en una tercera parte del tiempo. WOW! En el tren estaban pasando una película de extraterrestres y al lado mio había una señora mayor que hablaba y se quejaba de la película por lo que veía ya que señalaba a la película. Me habían dicho que los andaluces tienen un acento muy fuerte entonces no me extraño el no entenderle nada a la señora y como estaba rodeada de italianos me hice la sorda. Al bajarse del tren veo que saca una botellita y se empina un buen trago de ginebra y fue cuando ví que el acento no era por analus.
Finalmente llegue a Malága y encontre a una manada de budistas en el aeropuerto. No se sabía quien era más amable y agradable que el otro. Y bueno... Lo que paso en Karma Guen se queda en Karma Guen. Fue una semana fabulosa con el lama, con amigos, con arañas gigantes, mucho sol y deliciosas duchas frías entre otras cosas.
El día que el curso acabo me dí cuenta que no había hecho reservaciones de bus para poder regresar a la civilización y entonces me me enloquecí un poco y por obra de dios encontré a un húngaro que tenía espacio en su carro. En el carro estaban dos rusos, que terminarían siendo los mejores compañeros de parranda que he encontrado en todo el viaje. Lo resumo en 5 botellas de vino en cinco horas en 4 bares distintos al menos que haya perdido la cuenta, un concierto impromptu de boleros y canciones rusas y unas buenas carcajadas. Al día siguiente me desperte y encontré a Olga otra rusa que vive en Suecia que me consintió y me hizo un desayuno delicioso antes de salir corriendo a empezar a viajar de nuevo.
Sevilla me recibió con lo que los locales describieron como el mejor clima del mundo. Hacia suficiente calor para andar sin suéter, pero no tanto como para deshidratarse en un instante como me habían advertido que sucedería allá. Me quedé en un hostal de tres británicos y en un tour gratis conocí a tres amigos con los que pasaría la tarde tomando tinto de verano y paseando por el barrio Santa Cruz. Una estadia muy agradable, de buena duración y productiva. Quede picada, pero mi amigo Lavi me esperaba en Granada.
En Granada me quede con amigos que habia conocido en Karma Guen y camine más que nunca. Lavi tenía un pie malo, pero por necio me juro que quería seguir caminando y paseamos toda la Alhambra, el Albayicín y varios restaurantes porque los precios en Andalusia son como para comer bien.
Después de Granada salí para Madrid por una noche y al día siguiente me encontré con mi amiga Gigi de Minneapolis con la que iríamos a Barcelona y juntas fuimos al Reina Sofía gratis por ser estudiantes menores de 25 y salimos para Toledo donde su familia española me recibió como a una hija. No me hizo falta pasear la ciudad, fue tan bueno sólo estar allá y compartir en familia, hablar de libros, de viajes y aprender un poco del lenguaje del abánico para luego salir a Barcelona. También aprendí que un churro no es un majo, en España un churro es un hombre desbarajustado que me llevo a la conclusión que los desbarajustados también pueden ser churros.
Creía que las aventuras comenzarían en Barcelona, pero el tren nocturno fue lo que le dió el sabor a esta etapa del viaje. En nuestro compartimento había dos venezolanas, una catalana y un espacio vacio que ya apunto de salir el tren se lleno con una señora un poco fuera de lo común. No más entro empezo a decirnos que habia terroristas en el tren y al pasar los supuestos terroristas le empezó a gritar al policía para que les revisara los boletos. Cuando la tranquilizaron nos invito a Gigi y a mi al bar. Y por que no.. fuimos nos tomamos una botellita de vino y termine practicando mi catalan con varios pasajeros que se unieron a nuestro concierto de boleros y tangos. "Vosotros sois el alma del tren" me dijo un viajero y asi fue, sólo que ya por las tres de la mañana salí corriendo a tratar de dormir entre ronquidos intensos de mis compañeras.  A eso de las 6 llegaron a recoger las maletas de la borrachita que no podía moverse del vagón del bar y llegamos a Barcelona.
Barcelona como Karma Guen son historias tan grandes que es imposible resumirlas en una entrada de blog. El fin del viaje era estudiar repertorio iberoamericano y aunque no lo crean asi lo hice. Pase diez días sin tomar o parrandear, salvo el ocasional tinto de verano y calimocho y por supuesto la playita; y todo para poder cantar y prepararme para dos recitales que fueron antes de ayer y hoy. Conocí gente fabulosa, en cada bar o café al que fui me hice amiga de alguien, en la playa, en las estaciones. Y estoy acá en la residencia ya empacada con algo de resaca tratando de poner en palabras las impresiones de un viaje tan rico en experiencias, sabores, colores y emociones. Salgo para Guatemala en un par de horas via Alemania-EEUU y dejaré muchos amigos portugueses, holandeses, irlandeses y un chapin que resulta ser el que trabaja acá en la residencia.
Muy pronto vuelvo Barcelona, Malága, Granada, Sevilla, etc... y definitivamente he prometido ir a Portugal, Rusia a donde me invitaron mis estimados amigos de Malága a cantar el año entrante, Suecia, Alemania, Dinamarca. Hay tanto por visitar, pero poco presupuesto asi que a ahorrar, soñar y algun día materializar estos sueños como este que acaba de pasar.