sábado, 23 de marzo de 2013

Hasta luego Mimi hemosa


¿Por donde empezar?

Tal vez por darle gracias infinitas a la vida por la gente que ha puesto en mi camino, por la familia tan maravillosa que me ha dado y hoy más que nunca por la abuela tan extraordinaria que me dio.

Hoy se fue, pero se que al mismo tiempo siempre estará en la vida de cada uno de nosotros nietos e hijos. Es la primera vez que alguien tan cercano se me va y es la primera vez que escribo para una persona que se me va ó tal vez para misma, para nunca olvidar las incontables bendiciones de esta vida.

Pensando en "Mimi" no encuentro las palabras para describir las virtudes de esta mujer tan divina. Se que ella es un ser maravilloso simplemente porque lo único que puedo pensar al pensar en ella es en la paciencia y amor incondicional que nos daba. En las horas enteras que pasaba de rodillas sentada al lado de su torbellino de nietas ayudándonos a deshacer castillos, "cocinarnos" en ollas gigantes, armar pesebres, hacer conciertos y shows, desordenando su closet para jugar con toda su ropa y maquillaje, leyendonos cuentos y todo esto con una sonrisa y una cariño que me ha acompañado todos los días.

Era una devoción a todos nosotros. Recuerdo las visitas a Guatemala que caminabamos juntas hasta el supermercado a comprar su Coca-Cola y sus cigarrillos y siempre me compraba algún dulce ó algo sólo para malcriarme un poquito. Viajo a acompañarme y a ayudar a mis papás cuando nació mi hermanito. Una mujer absolutamente apasionada por consentir y darle amor a sus nietos, al abuelo divino y cada unos de sus hijos.

La recuerdo siempre leyendo algún libro y haciendo rompecabezas de dos mil piezas. Si eso no demuestra su paciencia además de aguantarnos a todas las primas con lo locas que somos no se que más lo hará! Haciendo rompezabezas hasta las dos de la mañana con su Coca-Cola en mano y si me veía despierta me invitaba a jugar solitario con ella. Nos enseñó a cada uno de los nietos a jugar rumi, también con una paciencia increíble.

Adoraba y admiraba a Gabriel García Márquez, lo conoció un día y recuerdo que fue uno de los momentos más emocionantes para ella. Él le regaló un libro autografiado y ella escribió una carta para él que nunca entrego. Si no era García Márquez igual siempre tenía algún buen libro en mano y tenía una caligrafía preciosa. Quisiera pensar que todavía tengo notas de cumpleaños y tarjetas en alguna parte en mi cuarto en Guatemala.

Mimi siempre olía rico. Una mezcla del cigarrillo con algún perfume delicioso que para mi era el olor a casa porque con ella me sentía siempre querida y apoyada. Y me atrevo a decir que mis primos y mi hermanito no fueron la excepción. Inclusive cuando ya no me reconocía más.

La vi por última vez hace dos meses en Bogotá y me dio un beso, dudo que supiera quien era yo pero una mujer tan fabulosa como ella inclusive cuando ya no estaba tan presente no hacía sino sonreír y decir cosas lindas, cantar, abrazar a sus peluches y darles amor. Le dije varias veces "Te quiero mucho Mimi linda" y un par de veces respondió "Ay si, yo también." Y eso es algo que mantendré en mi mente por siempre. Todas esas cosas que hizo con amor y paciencia por todos nosotros le dieron más y más impresiones positivas que la acompañaron y la seguirán acompañando en las siguientes aventuras trayendole felicidad a ella y todos los que tengan el privilegio de conocerla.

Mimi te adoro y en este momento más que tristeza siento un agradecimiento inconmensurable. Me siento plena porque aunque quisiera poder decir que te veré a finales de año otra vez y te podré cantar los boleros que te hacían sonreír y que todavía este diciembre cantaste conmigo sé que tus virtudes permanecerán entre nosotros por el resto de nuestras vidas y tu ejemplo siempre estará en mi mente y la de todos nosotros. Y si algún día soy abuela voy a ser una abuela como tú, por que teniendo la bendición que tuve de tenerte no puedo ofrecerle menos al mundo.

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